Número de páginas: 352
Fecha de publicación: 2013
ISBN: 9788467007718
AUTOR: Eva Weaver
Es alemana de nacimiento. Se
trasladó a Inglaterra hace 16 años y desde entonces reside en Brighton.
Es terapeuta experta en coaching
creativo y artista de performance. En la actualidad dirige su propio centro
terapéutico para el desarrollo personal y la creatividad, desde 2008, después
de haber trabajado durante años para el servicio público de salud británico.
Al igual que muchos alemanes, Eva
Weaver siempre ha sentido el peso del abominable pasado nazi de su país,
circunstancia que ha servido de inspiración en su primera novela “Todo lo que
cabe en los bolsillos”, publicada en 2013.
Actualmente trabaja en su segunda
obra de ficción “The ship of fools”.
Su página oficial es
www.evaweaver.com
SINOPSIS
Al
principio, el abrigo del abuelo no era más que una prenda de buenas hechuras y
buen paño para protegerse del frío invierno de Varsovia. Luego llegaron los
malos tiempos, un invierno inacabable de hambre, oscuridad y miedo.
Cuando
los nazis ocuparon Varsovia, el abrigo sufrió su primera transformación: una
estrella azul sobre fondo blanco en la manga derecha.
En 1940,
cuando los judíos fueron confinados al gueto, comenzó a transformarse desde el
interior, aunque nadie se dio cuenta hasta que el abuelo murió y lo heredó
Mika. En el interior de aquel enorme abrigo, éste descubrió un laberinto de
bolsillos, de escondites que se comunicaban entre sí por insospechados
pasadizos de tela y en los que dormían pequeños tesoros de los que el abuelo no
había querido separarse.
Así fue
como Mika dio con la primera de las marionetas, a la que seguirían muchas otras
que él mismo confeccionaría durante esas tardes interminables, mientras
intentaba olvidar el horror y zafarse de la desesperación. Con ellas nacía el
titiritero de Varsovia, una representación por una hogaza de pan, una obra por
la risa de un niño. Luego llegarían las noches de terror en las que tendría que
divertir a los soldados alemanes, al tiempo que transportaba insospechados
pasajeros bajo el hechizo del abrigo. Porque esa prenda y sus títeres poseían
una magia singular, capaz incluso de vencer la barbarie de esos tiempos.
OPINIÓN
PERSONAL
He de
confesar antes de nada, que todos los libros inspirados en la II Guerra
Mundial, el III Reich, el gueto de Varsovia, los campos de concentración y
similares me interesan. Considero que por mucho que haya leído sobre esto
siempre se cuenta algo nuevo. Verdaderamente no son historias bonitas, ni mucho
menos, pero siempre se saca algo positivo. Y, tal y como se dice, hay que
conocer el pasado para poder evitar repetir los mismos errores en el futuro.
Dada esta circunstancia intento leer todos los libros que caen en mis manos con
esta ambientación.
En este
caso el argumento se desarrolla entre Nueva York en la actualidad, Varsovia
durante la II Guerra Mundial, concretamente durante el tiempo que existió el
gueto y Siberia tras la Guerra.
Se cuenta
la historia de Mika, un niño judío, recluido junto con su familia en el gueto
de Varsovia. Este niño, al igual que todos los demás habitantes del gueto, no
entiende nada de lo que sucede a su alrededor, el porqué de tanto sufrimiento,
tanta malicia y de tanta desigualdad. Se siente especialmente traicionado
cuando piensa en sus antiguos amigos, de antes de la guerra y se pregunta
porqué todo el mundo permite que sucedan tantas injusticias y cosas terribles
sin hacer nada y sin revelarse contra los soldados nazis que campan a sus
anchas y destruyen y matan de manera indiscriminada. La pena de Mika aumenta de
manera desproporcionada cuando muere su abuelo, su mentor y confidente desde que
era pequeño. Porque los abuelos son lo mejor del mundo, el mayor regalo que nos
hace la vida!!!
A partir
de la muerte de su abuelo, Mika descubre muchos secretos, entre ellos unos
títeres que su abuelo había estado fabricando. Comienza a hacer representaciones
con dichos títeres, primero para animar a sus amigos y familiares y más tarde
para poder ayudar a su familia a comer. Esto es así hasta que un día se topa
con unos soldados alemanes y sus títeres salen a relucir… Desde entonces Mika
sufre por su conciencia ya que tiene que entretener a los alemanes a cambio de
comida y de su vida. Y esto realmente fue así, los alemanes torturaban y
mataban de manera indiscriminada, pero también dejaban con vida a la gente que
les interesaba mientras que les interesaba…
Después
de todas estas experiencias y otras que no voy a contar, para dejar misterio en
la historia Mika sobrevive y después de muchos años cuenta a su nieto en Nueva
York toda la historia de su abrigo y de sus títeres, y del soldado alemán que
le ayudó…
Y ahí
comienza la otra parte de la historia… la del soldado Max que después de la
guerra y de que los nazis la perdieran fue deportado a Siberia y obligado a
realizar trabajos forzados hasta la muerte… a no ser que consiguiera escapar…
Porque los que ganaron la guerra tampoco fueron unos santos… Después de la
guerra además de a los soldados nazis también se deportaron a Siberia, es
decir, el fin del mundo, o directamente mataron a muchos soldados polacos y
otras muchísimas personas que no eran soldados sino simplemente gente que no
gustaba al gobierno soviético.
El
argumento me parece apasionante, aunque es verdad que en algunos momentos
considero que la historia de las marionetas se va de las manos ya que casi
parece que tuvieran vida propia. Aunque como hilo argumental de la historia es
original, bonito y curioso. Aunque insisto en que lo deberían haber dejado como
hilo conductor sin darles esa personalidad y relevancia, poco menos que fueran
protagonistas con voluntad propia.
Otro
aspecto de la historia que me parece muy interesante es el conocer la
perspectiva de los alemanes, que aunque es cierto que la muchos de ellos fueron
asesinos psicópatas que aprovecharon la guerra para sacar lo peor de sí mismos
y que otros muchos, no eran psicópatas pero el fanatismo por Hitler y la
superioridad racial les hizo convertirse en asesinos sin compasión, hubo otros
muchos que fueron obligados a alistarse en el ejército y luchar como cualquier
otro ya que a los desertores se les castigaba con la muerte. Y Max, el soldado
que ayudó a Mika parece ser que fue uno de estos últimos.
Después
de la guerra muchas fueron deportados a Siberia, sitio en el que realizaban
trabajos forzados y del que era prácticamente imposible escapar, no porque
estuviera enormemente vigilado sino porque la estepa siberiana es uno de los
lugares más inhóspitos y desolados de la tierra. Por supuesto, además de
soldados nazis allí fueron deportadas muchísimas personas inocentes de todo
delito, simplemente contrarios al régimen soviético y otros ni siquiera
contrarios al mismo sino pobres desdichados, entre ellos muchas mujeres y niños
que murieron de hambre y de frío.
En
resumen, libro interesante con detalles muy curiosos y puntos de vista muy
atractivos de conocer.
Ah, el
final me ha encantado… y no digo más ;-)
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